~Dimensional Heroes~ Capítulo 4: Un duro entrenamiento

Noto el dolor por todo mi cuerpo, los huesos se me contraen, siento que me pasa plomo caliente por las venas, el corazón se me acelera cada vez más y me cuesta respirar. Estoy así como unos cinco minutos hasta que todo se calma y vuelve a la normalidad. Abro los ojos y lo primero que veo es la katana en mi mano.

-¿Lo ves? Ningún problema -me dice mi antepasado-.
-Hombre, dejando de lado que me sentía como si fuera a morir, supongo que sí.
-Venga, no te pongas así. Mírate.

No sé como lo hace, pero consigue convertir la niebla oscura que sale de sus dedos en un espejo flotante. Me miro y me sorprendo bastante: El iris de mis ojos es rojo oscuro, y las puntas de mi pelo también. Genial, es mi color favorito.

-Vaya, cuando lo hice yo mi pelo no había cambiado -me dice-. Bueno, al fin de al cabo, somos personas diferentes.
-Vale, pero... ¿por qué he cambiado?
-La katana te ha aceptado como portador. Es una espada con mucho poder, Xabi. Sin ella puede que nunca puedas ganar el torneo.
-¿Por qué estás tan interesado en ayudarme a entrar en la DM? -le pregunto.
-Porqué yo estoy bastante solo allí, y ya que tengo un descendiente directo, quiero alludarle a alcanzar sus metas y a llegar a lo más alto.
-Otra pregunta, ¿la katana tiene nombre?
-No lo tenía, pero yo se lo puse. Me costó buscar un nombre acorde con ella. Al final la llamé Masamune.
-Masamune...
- Bueno, ¿empezamos a entrenar? -me dice-
-¿Ahora? La katana me ha cansado mucho.
-Ah, se me olvidaba -pasa su mano al lado de mi cintura y se genera un cinturón con la vaina de Masamune- Ya está. Recuerda registrarla para las simulaciones. Aunque me conozco, y como eres como yo, te olvidarás. -saca su móvil, toca unas cuantas veces la pantalla y escanea rápidamente el arma. Toquetea la pantalla un poco más- Ya está. A lo que íbamos.

Mi antecesor hace una forma con los dedos y una luz verde claro emana de ellos. Abre totalmente la mano y me lanza una onda del mismo color, rápidamente. Al principio pensé que me iba a hacer daño, pero cuando la luz me alcanza, todos los músculos de mi cuerpo se relajan y noto como si un líquido caliente pasara por debajo de mi piel de una manera muy agradable.

-Me tienes que enseñar eso -le digo-.
-Bien, esta semana, solo te entrenaré en el cuerpo a cuerpo. La siguiente, te enseñaré habilidades y magia.
-Vale.
-Vamos a empezar. -vuelve a sacar su móbil y toca la pantalla unas cuantas veces- Toca aquí -me dice, y yo toco con un dedo la fría pantalla. Le da unos toques mas y aparezco en la simulación, con él delante con una armadura chulísima. Es negra con líneas grises, parece estar formada por escamas enormes. En la cabeza tiene una línea en la frente que forma una S en el centro. Imagino que será algún tipo de protección.

-¿Cómo me has metido aquí sin un escáner?
-Los institutos suelen usar escaneres para tener controlados a los alumnos y que no haya problemas. No hace falta usarlos.

Estamos en una plataforma enorme de roca flotando sobre el vacío.

-Bien, quiero que me ataques con puñetazos y patadas. Hoy no conseguirás darme, pero solo intentándolo mejorarás.

Me acerco un poco indeciso, pero me decido a intentar asestarle una patada en la cadera, pero me la bloquea ágilmente con el puño. intento darle un puñetazo en la mandíbula, pero agacha la cabeza. Sigo así mucho tiempo, intentando golpearle y fallando, sea por que bloquea mis golpes o por que los esquiva. Así estamos hasta las 21:00.

-Bueno, ya va siendo hora de acabar -me dice. Luego chasquea los dedos y la simulación se desvanece. Estoy sudando a más no poder- Mañana aquí a la misma hora.
-Buf, vale -le contesto, un poco molesto-. Esto es agotador.
-Y más que va a serlo. Adiós.

Sin previo aviso, da un salto enorme y desaparece en el cielo. Cuando salgo de la cueva me suena el móbil. Tengo cuatro llamadas perdidas.
-¿Diga?
-¿Xabi? Soy Rya.
-Ah, ¿que pasa?
-¿Has visto la lista completa de participantes del torneo en el que nos toca participar a nosotros? -me peregunta.
-No. ¿Por?
-Rick está allí.

Rick. Ese chico es extremadamente agresivo, cruel y fuerte. Sale muchas veces en las los periódicos y nunca pierde una simulación.

-Vaya... -es lo único que consigo decir-.
-Ya ves. Ese bruto nos lo pondrá difícil a todos. Bueno, tengo que colgar. Chao.
-Adiós.

Como ya es tarde, en vez de ir andando pillo el teletransporte público más cercano y me transporto hacia mi casa. Entro, le doy de comer al gato y subo a mi habitación. Pongo la espada en el escritorio y me dejo caer en la cama sin ni siquiera cambiarme y me duermo profundamente. Esa noche sueño con simulaciones, dimensiones, antepasados y con Rick abriéndome la cabeza con su hacha de doble filo.

Cuando me despierto, tego el tiempo justo para cambiarme, desayunar con prisa, coger la mochila y llegar a la parada. Sigo agotado desde el entrenamiento de ayer. Al menos en tres días será fin de semana.

Ya en el instituto, tengo historia a primera hora. Mierda, me he olvidado completamente del examen. No sé nada, voy a suspender. Por orden de lista, el profesor va escaneando las cabezas de los alumnos y en la pantalla del escáner portatil salen las puntuaciones. Cuando llega mi turno y apunta con el escaner al chip escolar implantado en mi nuca, me temo lo peor. Suena un pitido.

-El escáner dice que te sabes el 89% de la lección, 8'9.

Me quedo muy sorprendido hasta que recuerdo la lección que tenía que estudiar: "Habilidades y armas del elemento oscuro". Hace menos de un día estuve hablando de ello con el oscuro más famoso del mundo. De todos modos, no debería darle importancia, con suerte en dos semanas estaré en otra dimensión.

Clase de combate y E.F. Al menos esta asignatura me gusta. Hacemos una simulación de combate uno contra uno por parejas. Me toca contra Drul. Es bastante fuerte, pude que más que yo. Al menos es una buena ocasión para probar la Masamune.

Nos ponemos en uno de los escaneres y tocamos la pantalla para introducir nuestro código genético.

Estamos en lo que parece ser una playa. Él ya tiene su Dragoon (su lanza elemental de agua) en la mano. La verdad es que el arma es preciosa. La empuñadura está recubierta de escamas azules brillantes, y la punta es como la de una flecha, pero más grande. Una línea amarilla atraviesa la lanza en espiral. Su armadura es azul, pero no protege mucho. Se nota que tiene dinero, esa pedazo de lanza no es muy barata que digamos.

-Es un buen combate teniendo en cuenta que los dos estaremos en el mismo torneo clasificatorio -me dice-.
-Supongo que sí.

Él empieza, corre hacia mi y su lanza, que és como una prolongación de su fuerte brazo, se extiende hacia mí. Lo esquivo y oigo el silbido del viento. Agarro la Masamune e intento darle. Me sorprendo del cambio de mi katana de principiante a esta: Su peso está repartido
de manera que pueda agarrarla firmemente a la vez que el filo avanza muy rápido. Drul intenta bloquear el corte con su Dragoon, pero para mi sorpresa, ésta se corta en dos, y el filo de mi katana consigue llegar a rasgar la piel de su brazo izquierdo. El entrenamiento de ayer me ha aYudado muchísimo. Drul coge una de las mitades de la lanza y la otra desaparece, para luego formarse sobre la otra mitad, auto-reparándose. Le intento dar más cortes con mi katana y algunos los esquiva, otros rebotan en su armadura. Cuando le intento dar un corte, con su lanza me desequilibra y me hace retroceder, y en seguida, su lanza llega silbando y me atraviesa el hombro izquierdo. Técnicamente, el dolor es irreal e mi en la simulación, pero mientras sigas dentro de ella lo sentirás. Saca su lanza de mi hombro y se confía demasiado, porque no se espera que me levante en seguida y que el filo de Masamune corte su lanza, y sin darle tiempo a reaccionar, se la clave en el corazón. Se desvanece y la simulación acaba.

Miro a mi alrededor y los alumnos que ya estaban fuera de sus simulaciones y la profesora de combate me miran pasmados.

-¿Qué? -pregunto.
-No, nada -me contesta un compañero que está al lado mía.

Cuando salgo del bus de vuelta, mi antepasado me espera en la puerta de mi casa.

-Ah, hola -le saludo.
-Parece que has heredado mi gen -es lo primero que me dice.
-¿Qué?
-Todos tenemos un gen que nos da una habilidad especial dentro de las dimensiones.
-¿Y cual es el nuestro?
-¿No lo has notado en el combate de hoy?
-Como sabes que...
-Nuestro gen es muy bueno -me interumpe-. Cuanto más daño sufras, más fuerte y hábil serás. Combinandolo con las habilidades curativas de los oscuros, hace una mezcla muy potente.
-Ah... pues mola. Una cosa, ¿te importa si empezamos a entrenar ahora? Es que he notado que he mejorado mucho en un solo día y quiero mejorar más.
-Claro, sin problemas.