jueves, 19 de marzo de 2015

~Dimensional Hereoes~ Capítulo 3: Oscuridad en el corazón

Me reúno con Geell y los demás a la salida.

-Vaya, sinceramente, me sorprende que hayas sobrevivido tú. -le digo a Geell
-¿Qué quieres decir? -me pregunta con mirada asesina.
-Nada, nada.

Nos sentamos en el bus y hablamos un poco por el camino. Estaba tan contento que me puse a gritarles a los chicos de primero de atrás para que pararan esa música de mierda. Soy un gran aficionado de la música, pero odio el pop barato con ritmo repetitivo y con letras sin sentido. Cuando me bajo del bus, camino hacia mi casa y me encuentro con una nota pegada en la puerta:

"Reúnete conmigo en la cueva al lado del Río de Cristal a las 17:00. Deberías conocerla. Es importante, no llegues tarde.

La nota está firmada con el símbolo de la oscuridad, la calavera y los cuernos. Parece peligroso, pero de todos modos no tengo nada mejor que hacer. Después de comer rápido y de jugar un rato en el ordenador, miro el reloj. Son las 16:15. La cueva está bastante cerca, pero como me aburro bastante y es viernes, voy saliendo. Cuando voy caminado, me pregunto quién será. Cuando estoy a medio camino, me encuentro con Yolk. Esto no es bueno...

-Hola -le saludo con desinterés-
-Déjate de tonterías -me dice- ¿Crees que puedes matarme en la simulación y irte de rositas?
-Se dice "e irte". Es una cacofonía. -lo corrijo solamente porque sé que le molesta.

De repente, se lanza contra mí e intenta asestarme un puñetazo. Me deshago de el fácilmente. No puedo pegarle, no soy de ese tipo de gente. O eso creo, por que ganas no faltan.
Sigue intentando golpearme, y yo sigo simplemente bloqueando sus golpes. Me despisto unos segundos y me da un puñetazo en la mandíbula y una patada en el estómago. Me estoy empezando a cabrear. Me vuelve a dar otro en la cara. Se acabó.

Mi pierna sale disparada hacia su estómago y le consigo dar una potente patada. Se revuelve y le doy otra patada en la cara. Se me da bien dar patadas. Se vuelve a levantar avanzando hacia mí para volver a golpearme, pero cojo impulso, me sujeto con las dos manos haciendo el pino en el suelo mientras giro para darle dos patadas seguidas con los dos pies en la cara. Se va andando por donde vino y sonrío. Me sobresalto al oír el aplauso que viene de detrás de mí. Un chico sentado sobre un muro de la casa de al lado se deja caer y se acerca a mí. Me sorprendo aún más: Es un joven de unos 14 años, como yo, tiene el pelo bastante largo y una cara bastante común. Viste con una camiseta corta y una chaqueta, además de unos vaqueros gastados y unos guantes sin nudillos. Su cara, su peinado, su estilo de vestir... es exactamente igual que yo, excepto en algunos aspectos (por ejemplo, tiene el pelo más largo que yo, y eso que yo lo tengo bien largo).

-Bien -me dice-, estarás confuso. Sígueme, soy el de la nota.

Avanzamos en silencio hasta llegar a la gran cueva. En realidad no es una cueva, solo un enorme surco en la tierra de cerca de una hectárea de superficie y unos cinco metros de altura, iluminado por luz natural que entra por los agujeros del techo.

-Supongo que te estarás preguntando quién soy, ¿no? -me dice.
-Sí, un poco. -le contesto.
-Bien, me llamo como tú, Xabi, y estoy aquí para entrenarte y que no tengas problemas en ganar tu siguiente torneo.
-Espera, el único Xabi que he oído mencionar en mi vida era... Espera, no me digas que eres...
-Tu antecesor, sí. - me contesta, con toda la naturalidad del mundo. Su forma de ser también es igual a la mía.
-Pero... ahora mismo deberías tener 516 años, ¿no? porque pareces bastante vivo y joven.
-Por dios, me he pasado toda mi vida en la DM. Es una larga historia, pero soy mas o menos inmortal. Al fin de al cabo, he salvado el mundo.
-Suena impresionante -le digo.
-Me lo esperaba -dice él-. Me crees porque soy básicamante tú. Aunque 502 años más joven. Cabe destacar, que yo mismo manipulé tu código genético antes de que nacieras, para tener un descendiente igual a mí.
-Ah. Mola saber que he sido prácticamente creado por una persona.
-No te preocupes, no hay diferencia entre una persona normal. Bueno, compartes alguna de mis habilidades. Si te fijas, una de las pocas diferencias entre nosotros es que yo tengo los ojos rojos y tú no -cierto, los míos son marrones-. Por supuesto, no es natural, es uno de mis poderes de oscuro. Tu también quieres elegir el elemento oscuro, ¿no?
-Sí. -le contesto.
-Bien, empezamos con el entrenamiento -esto es demasiado aleatorio-. Dime tres características de los oscuros.
-A ver... -empiezo- Gran agilidad... Habilidades curativas potentes, lo que los hace grandes médicos y... Ah, ¿usan armaduras ligeras?
-Si, bueno, entre otras. Te voy a enseñar una cosa antes de seguir.

Una luz morada mena de su guante derecho, apoya la misma mano en el suelo y sale un círculo de invocación morado, con runas rodeándolo. En el centro del círculo, aparece el símbolo de oscuridad y el círculo se vuelve negro. Los círculos de invocación se usan para invocar armas potentes. Si cambia de color y se añade un símbolo, el arma será elemental, que significa que las manejas mejor si eres del mismo elemento, y aveces otras características. Del círculo sale una katana larga. La veo clavada en el suelo: La empuñadura es cuadrada, con unas estrellas de cuatro puntas entre las listas negras y grises. Tiene la guarda con forma de hexágono irregular puesto sobre su base más larga. El filo mide algo más de un metro, y uno de los bordes es negro por los dos lados. Está rodeada de una niebla negra.

-Si de verdad eres descendiente mío, serás apto para Oscuridad. -me dice- Esta katana solo acepta portadores con oscuridad en el corazón. Tócalo y te aceptará.
-¿Estás seguro de que me aceptará? -le pregunto-.
-Si, eres descendiente mío, ¿recuerdas?
-¿Y qué podría pasar si se diera la casualidad de que me rechazará?
-El corazón te explotará. Nada preocupante. Venga, coge la espada. Es el primer paso para tú entrenamiento.
Me acerco con indecisión. Tengo que entrar en la DM, así que por ridículo que sea que me halla encontrado con un héroe mundial y que hablemos como si nada. Acerco mi mano y, la agarro firmemente y con decisión. Mi mente y mi cuerpo se ven rodeados de una gran oscuridad. De repente siento mucho dolor. Tengo que aguantar

No hay comentarios:

Publicar un comentario