domingo, 14 de agosto de 2016

~Dimensional Heroes~ Diario de entrenamiento 2: El secreto de mi poder

Día 6 de entrenamiento

-Paso tres del entrenamiento: Cuerpo a cuerpo, sin armas -me dice el héroe-.
-¿Por qué te has molestado en regalarme tantas armas, si ahora pretendes que luche cuerpo a cuerpo?
-...Cállate. Bueno, enséñame que sabes hacer. Si consigues darme un sólo golpe, daremos este paso por finalizado.
-¿En serio?
-Si. Aunque seguramente, si yo me reprimo al 80%... Quizás acabemos en mes y medio.
-¿Mes y medio?
-No protestes y pelea.

Le hago caso y rápidamente salto en sigilo para darle una patada en el estómago, pero antes de que me de cuenta, ya no está. Aterrizo con los brazos y la otra pierna lo más rápido que puedo, y según me giro, recibo una patada como la mía, pero con al menos el triple de fuerza. Salgo rodando hacia atrás por el suelo hasta chocar contra la pared de espaldas. Cuando me levanto, lo veo de nuevo de pie mirándome. Me acerco otra vez a él, y no hace nada. Sólo me mira. Decido intentar darle en la cara con el puño derecho, pero me lo para con su mano izquierda y no me suelta, intento darle con el otro y hace lo mismo. Entonces me da un rodillazo en la barriga y me lanza por los aires, y cuando caigo al suelo, salta sobre mí y descarga otro rodillazo en mi espalda. Sé que seguramente lo hace para activar mi gen, pero aún así me parece demasiado.

Nos pasamos siete horas así, hasta que no me quedan huesos que romper; eso sí, el gen de resistencia funciona muy bien. Xabi me cura y me manda a la cama.

Día 8 de entrenamiento.

Intento darle un puñetazo en el estómago, pero salta hacia atrás, entonces, hago un barrido con la pierna derecha bajo sus pies, pero lo esquiva fácilmente simplemente dando un salto. Antes de que aterrice, intento darle un puñetazo, sin embargo me lo bloquea con la rodilla y aterriza limpiamente.

-Bueno, he de reconocer que has mejorado mucho en solo dos días. Tendré que buscar un rival a tu altura. Quizá Leah o Geel...
-O yo mismo -comenta una voz ajena pero extrañamente familiar.
-¡Rhein! ¿Cuánto tiempo llevas ahí? -le digo a mi hermano.
-Una hora y media. Estabas demasiado concentrado como para darte cuenta, ¿verdad, enano?
-Al menos yo soy capaz de concentrarme en algo.
-A ver si sigues haciéndolo cuando te de una paliza... otra vez.
-¡Eso ya lo veremos! -le contesto.
-Venga ya, si estoy entre los veinte primeros.
-¿Y? Hace dos días llegué al puesto tres en la oscura.
-Tu liga es una mierda... además, no me vengas a comparar el elemento oscuridad con el fuego. Los oscuros son unos inútiles.
-¡Mamá era de oscuridad!
-¡Y acabó muerta! -me contesta entre risas.
-¿Cómo puedes bromear así? Además, ¡papá era de fuego y murió de la misma manera!
-...me... ¡Me da igual! ¡Era un inútil! ¡Ni siquiera se logró clasificar entre los 50 mejores de divisón Campeón de su elemento!
-Ni tu tampoco lo estarás.
-¿Y tú si, pringado?
-Mira mis estadísticas. ¡No he muerto ni una sola vez desde que he entrado!
-¡Hasta ahora!- me grita Rhein, mientras desenvaina la vieja katana de nuestro padre y carga contra mí. Estoy apunto de activar el colgante para ponerme la armadura cuando mi antepasado grita.
-¡Quietos!- se para en seco y yo también-. Si vais a combatir, mejor os envío a un campo de batalla simulado -vuelve a coger su tablet y toca la pantalla unas cuantas veces -Tocad la pantalla -nos dice. Lo hacemos y automáticamente nos envía a un campo abierto, con varias montañas al fondo y un acantilado a un lado. Hay varios árboles en el medio y montículos de tierra.

 Como de costumbre, espero a que él se mueva primero, y solo tengo que hacerlo unos segundos para que mi hermano cargue contra mí. Espero a que se acerque y entro en sigilo para atacarle por la espalda, pero él me detecta enseguida y bloquea el corte horizontal que estaba a punto de asestarle. En esa misma posición, giro mi katana hacia la derecha de forma que el tiene que girar la suya en dirección contraria, estando en una situación incómoda. Desde ahí, me basta con empujar un poco de golpe para que pierda el equilibro, pero él reacciona rápidamente con un salto hacia atrás. Me dispongo a volver a atacar antes de darle tiempo a recuperarse, pero antes de que pueda acercarme, el extiende su brazo y de la palma de su mano surge una bola de fuego que me lanza a toda velocidad, impacta en mi abdomen, estalla en llamas y me lanza por los aires unos cincuenta metros. Cuando me intento levantar, Rhein ya está cayendo del cielo, intentando rematarme de una estocada. Sin embargo, me pongo de pie rápido y consigo hacerle un corte en la espalda tras esquivar el golpe.

-¿Que te parece, Rhein? -le digo.
-Lo único que has hecho es salir volando y aprovechar un error mío. Si quieres que te de mi reconocimiento por esa tontería, estás muy equivocado. Además, mi bola explosiva ha tenido que dañarte más que tú a mi.

Era cierto, pero no importa. Gracias a eso mi gen comienza a activarse, lo que aumenta mis posibilidades de éxito.

-Da igual, este combate es mío. -le digo
-Eso ya lo veremos.

Súbitamente, su katana se prende en llamas y corre en mi dirección. Se puede oír el silvido del acero intentando llegar a mi cuello, pero me basta con agacharme para esquivarlo, entro en sigilo e intento herirlo por la espalda, pero mueve su espada llameante a su espalda y bloquea el corte horizontal que estaba apunto de asestarle, para más tarde hacer un giro  en el aire que, aunque esquivo, las llamas llegan a mi piel. Cuando Rhein aterriza, consigo asestarle un corte superficial en la espalda, pero entonces él explota en una ola de llamas y calor, lo que hace que vuelva a salir volando a una dirección próxima.

-Esto no tiene ningún sentido-me dice Rhein-. Soy claramente superior a ti.
-Y una mierda.
-Ya, claro. Acabemos con esto.

Tras acercarse a mi, se coloca en una pose que me suena mucho. Cuando veo su puño echar humo y ponerse rojo me acuerdo: Es lo que llamamos "la técnica familiar". Se basa en un puñetazo con energía elemental con diferentes efectos según el elemento del que lo lanza. Mi madre se lo enseñó a la mayoría de mis hermanos... pero yo aún era muy pequeño. Conozco muy bien el dominio de la técnica por parte de Rhein, de forma que decido contraatacar utilizando la transformación roja del guantelete. nuestros puños derechos se encuentran y una explosión de energía se produce con el choque. Sin embargo, su puñetazo de fuego es claramente superior, y noto el ruido que hacen mis huesos desde los dedos hasta el hombro al romperse, además de hacer que la armadura pase a estado inactivo, contenida de nuevo en el colgante.


-Agh... Esto no es nada... -digo, al ver su expresión de orgullo.

A pesar del dolor, decido no utilizar el hechizo de curación y convertir el dolor en fuerza. Ahora mismo está demasiado confiado, asi que decido lanzar las cadenas etéreas y consigo agarrarle por los tobillos. Con la ayuda de la transformación roja, lo lanzo al aire y luego lo estampo contra el suelo. Repito lo mismo unas tres veces hasta que él corta las cadenas con su katana y me lanza una bola de fuego, que esquivo de un salto. Él ya está cargando contra mi de nuevo, y yo decido hacer lo mismo. Cuando estamos cerca, en vez de desenvainar, le doy un puñetazo en la cara, lo que hace que retroceda. Pongo la transformación roja de las botas y antes de que termine de levantarse, le doy una patada muy fuerte en la espalda, que esta vez es la que hace el ruido de romperse, y Rhein sale volando por los aires. Utilizando el sigilo y el impulso de la transformación consigo alcanzarlo, pero al intentar darle un puñetazo desde arriba, me agarra de la muñeca y me lanza hacia abajo. Cuando me estoy cayendo, me golpea con la técnica familiar en todo el pecho, lo que hace que yo estalle en llamas mientras caigo en picado al suelo. Mi cuerpo golpea brutalmente el suelo, dejando un boquete en la tierra. Aún así, me curo las quemaduras superficiales y me levanto. Por suerte, las llamas han quemado la mayoría de los nervios de la piel, así que casi ya no siento dolor.

-¿Aún sigues en pie? -me dice Rhein.
-Apuesto a que estás peor que yo -miento, mientras vuelvo a activar la armadura, que ya está cargada de nuevo.
-No lo creo.

Sin avisar, dispara una gran llamarada que incinera todo enfrente suya, aunque yo logro esquivarla a tiempo. Desde la transformación azul, creo una bola de energía expansiva y me preparo para lanzarla. Sin embargo, él me intenta dar otro puñetazo ígneo, de forma que tengo una idea mejor. Con la bola preparada flotando delante mía, coloco la transformación roja y coloco la bola expansiba delante mía, y cuando proyecto mi puñetazo, arrollo la bola de energía, convirtiendolo en un gran golpe de energía expansiva, el cual lanza a mi hermano muy lejos, destrozando su armadura. Cuando aterriza, avanzo hacia él, pero gasta sus últimas reservas de energía en formar una gran cúpula de llamas que lo protege mientras grita. Sin vacilar, entro en la cúpula.
-Pe-pero... -Balbucea Rhein- ¡Deberías estar muriéndote!
-Puede -de hecho, tengo toda la piel totalmente quemada, y solo me he curado los ojos para poder ver-. Tú, idiota ingenuo, has abrasado hasta el último nervio de mi piel. Sí, me estoy muriendo por dentro, pero de nada sirve... -le digo, mientras le desgarro un costado con mi katana, en un ágil movimiento en sigilo- ...si tu mueres primero.

Rhein suelta un gran grito, y luego se calla. De pronto, todo se oscurece, y la figura de mi hermano se empieza a transformar, difuminándose hasta convertirse en mi antepasado, mientras su herida se cura sola.

-Estás listo -me dice, y sé perfectamente a lo que se refiere.

Cierro los ojos y, cuando los abro, estoy sobre el suelo. Una figura familiar me tiene agarrado del cuello, y se sorprende cuando abro los ojos. Leah y Rick están en el suelo, pero aún conscientes.

-Ahora que me he despertado... -me suelto de su mano, aprovechando su confusión- ...me temo que vas a morir, Cráneo. -mi contrincante parece muy desconcertado, por lo que precedo a explicarle lo sucedido, mientras me curo las quemaduras de mi anterior batalla contra la simulación de mi hermano-.Acabas de ser testigo del secreto de mi poder: Los sueños. Soy un gran soñador lúcido, ¿sabes? Y a diferencia de los sueños del resto de la gente, los míos son reales, aunque solo ocurren en mi cabeza. Es una habilidad heredada de mi madre. Por culpa de su muerte y la de mi padre, casi siempre que me duermo tengo pesadillas, pero si consigo dormirme antes de un combate complicado... puedo entrenar. No tengo ni idea de como Xabi y Leah han entrado en mis sueños, pero me han sido de mucha ayuda. Y gracias a tu estúpida idea de matarme absorviendo mi energía... he podido dormir ocho días en 1.34 segundos.
-Tienes que estar de broma -me dice.
-Lo siento. Nunca bromeo cuando se trata de dormir -digo, mientras desenfundo a Masamune.

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